Guía del parto para parejas
Durante el parto, el trabajo de la madre es respirar, relajarse y empujar. El resto es tu responsabilidad: un papel de suma importancia.
Tiempo de lectura: 4 m
Verificada por Jenny Jansson
partera licenciada
Como pareja, eres indispensable en términos de apoyo, diálogo y ayuda con la mayoría de las pequeñas tareas. Pero no dejes que esto te estrese, la gente sabe que no solo la madre necesita apoyo. Tú también lo necesitas. Asegúrate de que te escuchan y haz tantos preparativos como sea posible. Es importante que entiendas lo que se avecina. La mayoría de hospitales ofrecen charlas para futuros padres, visitas a la unidad de obstetricia e información sobre la gestión del dolor y más. Habla con amigos y familiares que tengan experiencia y pregúntales cómo ven las cosas; tal vez haya algo en lo que no habías caído. También hay muchos libros interesantes sobre el parto. ¡Lee un poco!
Habla con tu pareja embarazada con regularidad antes del parto, incluidos todos los detalles. Abríos el uno al otro, compartid vuestros pensamientos, emociones y expectativas. Será de gran ayuda tener un diálogo abierto y poder hablar sobre cualquier cosa que tengáis en mente. Cuánto antes empecéis, más fácil será todo. ¡Animaos el uno al otro! Y no perdáis nunca de vista la positividad.
Hoy, muchas parejas escriben una carta de plan de nacimiento juntas. Un plan que llevaréis al hospital y que las matronas agradecerán. Es importante que no te reprimas y compartas si te sientes nervioso/a o tienes algún temor en relación con el parto. Explica cómo te sientes y haz preguntas. Cuanto más sepa la matrona, mayores serán las posibilidades de que el parto sea lo que esperas.
El parto tiene tres fases diferentes. Lee un poco sobre esto y prepárate para lo que sucederá y habla con tu pareja embarazada. El parto es una experiencia mágica, pero también puede ser un desafío ser un/a espectador/a. Crea un buen diálogo con la matrona haciendo preguntas y pidiendo apoyo y ayuda. Recuerda que estás presente durante el parto también para tu propio beneficio, no solo para el de la madre.
Tradicionalmente, las matronas eran las que lo decidían casi todo, pero hoy, tanto tú como la madre podéis influir mucho. Nadie espera que lo sepas todo cuando llegues al hospital, especialmente si es la primera vez. Es responsabilidad de la matrona averiguar cuáles son vuestras expectativas y deseos, pero también es útil si le decís cómo queréis que sean las cosas. El papel de la matrona es guiarte y tomar el control cuando sea necesario. Si algo no está bien o si percibes que la matrona no está atenta, no te cortes y sé sincero/a con ella. Una vez en la sala de maternidad, tu pareja puede estar tan concentrada en el parto que no pueda escuchar ni prestar atención a lo que dice el personal. Si no estáis contentos con algo, es muy probable que seas tú quién deba gestionar cualquier conflicto. Si tienes alguna pregunta personal, puede ser una buena idea preguntar a la matrona fuera de la sala de maternidad. No significa que vayas a espaldas de tu pareja, es una forma de mostrar consideración y evitar molestarla.
Algunas mujeres se sienten incómodas y vulnerables si su pareja mira cuando sale el/la bebé. Es importante que seáis receptivos a las preocupaciones del otro, así que hablad de esto de antemano. Pregúntale a tu pareja dónde quiere que estés posicionado/a. La percepción de que será desagradable para la pareja mirar es bastante común pero no es más que una idea que la mujer ha creado en su mente. A menudo no es gran cosa una vez que llega el/la bebé. El parto será una experiencia inolvidable independientemente de si estás al lado de tu pareja o si participas en el parto.
Verificada por Jenny Jansson
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