Relación durante el embarazo – por qué puede haber crisis y cómo volver a conectar

Cuando la felicidad del embarazo se encuentra con desafíos de pareja

El embarazo suele describirse como un tiempo de alegría y expectativa, pero para muchas parejas puede ser un desafío. Las discusiones, la irritación y los malentendidos son frecuentes, y puede resultar confuso cuando todo “debería” ser perfecto.

¿Por qué cambia la relación durante el embarazo?

Esperar un bebé implica grandes cambios. Nuevas exigencias, expectativas y emociones pueden generar tensiones entre tú y tu pareja. Como futura madre, puedes sentirte más vulnerable, mientras que tu pareja puede sentirse insegura respecto a su rol. Esto es completamente normal: la relación se pone a prueba mientras la familia se forma.

Causas comunes de conflictos

• Crítica de hábitos: Tal vez digas a menudo “cuando llegue el bebé no podrás…” y te vuelvas más crítica con los comportamientos de tu pareja.
• Celos e inseguridad: Los cambios corporales pueden generar dudas sobre la atracción y el amor. Al mismo tiempo, el móvil u otros factores pueden crear preocupaciones innecesarias.
• Exigencias de rendimiento: Si estás acostumbrada a rendir mucho, puede ser frustrante que el cuerpo imponga límites; esta frustración puede afectar a la relación.
• Menos energía: El cansancio, los cambios corporales y la disminución del deseo pueden dificultar atender las necesidades de la pareja.

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La pareja también se ve afectada

Quien no está embarazada también puede sentir preocupación, estrés o inseguridad. Cuando la atención se centra en la embarazada, la pareja puede sentirse excluida o desprevenida ante las emociones que surgen. Es importante que ambos tengan espacio para hablar sobre cómo se sienten.

Cómo fortalecer la relación

• Habla abiertamente: Comparte pensamientos, preocupaciones y emociones. Esto reduce malentendidos y fortalece la cercanía.
• Todas las emociones son válidas: La inseguridad, la preocupación e incluso los “pies fríos” son normales. Lo importante es cómo se manejan.
• Reduce las expectativas: Acepta que el embarazo afecta la energía y el humor; está bien no ser siempre tu “mejor versión”.
• Busca apoyo: Si la situación es especialmente difícil, no dudes en pedir ayuda. Hay apoyo disponible a través de profesionales sanitarios y asesores.