Crianza compartida
Los rigores del embarazo le están empezando a pasar factura a la madre.
Puede que sea una combinación de náuseas, movilidad reducida y cambios de humor. También es posible que tenga problemas para dormir, lo que hará que los días se le hagan mucho más largos y complicados. Pero ahí es donde entras tú. Ayuda con la compra, la limpieza y todo lo que implique un esfuerzo físico para que tu pareja pueda empezar a guardar energías para la fecha prevista.