Almacenar la leche materna
La leche materna se puede guardar para dársela al/a la niño/a más tarde, por ejemplo, si vas a estar lejos de él/ella o si quieres que tu pareja se implique en su alimentación. Para evitar que las bacterias proliferen en la leche almacenada, es importante que esta se manipule y se guarde adecuadamente.
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Verificada por Ingela Ågren
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Es importante que te laves las manos a conciencia antes de manipular leche materna. Todos los utensilios, incluidos el sacaleches, el recipiente donde vayas a guardar la leche, el contenedor para el hielo y demás partes que vayan a estar en contacto con la leche deben lavarse y esterilizarse en profundidad.
Tiempo de conservación de la leche materna:
A temperatura ambiente: tres horas, siempre y cuando el/la bebé vaya a consumir la leche ese mismo día. Sin embargo, es preferible refrigerar la leche lo antes posible.
Refrigerada: 72 horas o 24 horas como máximo si la leche va a ser congelada posteriormente.
Congelada: seis meses.
Etiqueta la leche meticulosamente con la fecha en la que fue extraída.
La leche materna acabada de extraer debería meterse en la nevera para que se enfríe antes de añadirla a otra que ya esté fría y se haya extraído el mismo día. Nunca mezcles leche caliente con leche fría para impedir que crezcan bacterias.
Cuando congeles leche materna, es buena idea que utilices una cubitera. Así te resultará más fácil sacar solo la cantidad que vayas a utilizar. Es necesario que laves, seques y enfríes la cubitera antes de añadir la leche. Introduce la cubitera en una bolsa de congelación y séllala a continuación. Cuando se haya congelado la leche, solo tienes que vaciar la cubitera en la bolsa y conservarla en el congelador. Otro consejo es que conserves la leche materna en bolsas para hacer cubitos de hielo o en bolsas especiales para leche materna que encontrarás en farmacias.
Para descongelar la leche materna guárdala en la nevera, donde puede permanecer durante 24 horas. Si necesitas consumir la leche inmediatamente, sumérgela en un baño de agua caliente. No descongeles leche materna a temperatura ambiente y no uses el microondas, ya que ambas cosas pueden afectar negativamente a la calidad de la leche. La leche materna sobrante que se haya calentado no se puede volver a guardar y debe ser desechada.
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