¿Niño o niña?

Si el latido del corazón del/de la bebé superaba las 140 pulsaciones por minuto, entonces era niña. También era niña si la madre tenía náuseas matutinas durante los tres primeros meses del embarazo. Si no tenía náuseas matutinas (y poseía una belleza impresionante), entonces era niño. Por otro lado, los niños podían provocar jaquecas. Los niños daban antojo de alimentos salados y ricos en proteínas y hacían que sus madres tuvieran la piel seca y un pelo precioso. Las niñas hacían que sus madres tuvieran antojo de dulces, a la vez que la piel se les volvía más suave de lo normal y el pelo se les quedaba sin vida. Se decía que las madres de niñas se volvían más sensibles que las de niños, y dormían del lado derecho con la cabeza mirando hacia el sur. Si la barriga era alta y redonda, era una niña; lucir una panza baja y prominente significaba que era un niño. Si venía un niño, a la madre le salían más pelos en las piernas y se le enfriaban los pies con facilidad.

Ahora podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que nada de lo anterior ha sido comprobado estadísticamente, y que son todo cuentos chinos. Sin embargo, todavía mucha gente sigue intentando adivinar el sexo del/de la bebé mirando la forma de la barriguita de la mamá o según si siente náuseas o no. ¿Está bien o está mal? Puedes decidirlo por ti misma, pero una cosa sí que es cierta: Nadie puede estar seguro del sexo de un/una bebé hasta que ha nacido (¡a no ser que hayas decidido que te lo digan durante las revisiones médicas, obviamente!).

This or That

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