¿Puedo bañarme cuando estoy embarazada?

¿Es peligroso o no? ¿Mito o realidad?

Sí, puedes bañarte estando embarazada – ya sea en la bañera, en la piscina o en la naturaleza. Es una excelente forma de relajarte y sentirte más ligera. En verano, nadar al aire libre refresca, y en invierno, un baño caliente puede ser muy reconfortante. Solo evita bañarte si ya has roto aguas, ya que existe riesgo de infección.

¿Y los jacuzzis o baños calientes?

Antes se desaconsejaba el jacuzzi durante el embarazo porque el agua caliente puede contener bacterias y porque las embarazadas son más propensas a infecciones vaginales y urinarias. Algunos estudios también sugieren evitar baños muy calientes durante las primeras 12 semanas por el riesgo de sobrecalentamiento fetal. Hoy en día, tú decides: si te preocupan las bacterias, ve al baño después de bañarte. Y si tienes la nariz tapada, nadar en agua salada puede ayudar como un descongestionante natural.

Nadar, sauna y más consejos

Ir a la piscina durante el embarazo es una forma ideal de hacer ejercicio con suavidad. La sauna también está permitida – puede ser muy agradable. El cuerpo regula mejor la temperatura en la sauna que en el baño, ya que sudas. Si tienes calor, simplemente sal. Confía en tu intuición sobre lo que te hace bien a ti y al bebé. Y si tienes dudas, habla con tu matrona.