La vida en casa con un recién nacido/a
¿Cómo puede una criatura tan pequeña, que apenas se mueve, necesitar tanto tiempo y espacio?
Tiempo de lectura: 3 m
Verificado por Elin Melander
Psicólogo licenciado
Regresar a casa del hospital con un recién nacido puede sentirse un poco extraño. De repente, hay una nueva personita en tu hogar que requiere atención constante, a pesar de que la mayoría del tiempo está durmiendo. Puede llevar tiempo establecer una rutina funcional. ¿Cuándo deberías alimentar, cambiar y dormir tú mismo? ¿Y cómo vas a encontrar tiempo para cocinar? Un gran consejo es optar por comida para llevar y comidas preparadas en los primeros días, a menos que ya hayas llenado tu congelador. Si los familiares quieren visitar, sugiéreles que traigan comida o que cocinen mientras están allí; ¡es invaluable!
Hay un sinfín de libros, revistas, artículos, blogs y otros recursos sobre los primeros días con un recién nacido y el desarrollo infantil. Puede ser útil leer sobre esto, ya que muchos sienten que el ‘conocimiento’ proporciona una sensación de seguridad y es divertido e inspirador aprender sobre tu hijo y explorar el papel de ser padre. Sin embargo, recuerda que cada niño es diferente; solo porque esté escrito en un libro no significa que se aplique en tu hogar. Ten paciencia y date tiempo para adaptarte a toda la novedad. Encuentra lo que funcione para ti. Si estás amamantando y tienes una pareja, asegúrate de acordar que él o ella se encarguen de las tareas del hogar en los primeros días, ya que la lactancia puede tomar hasta diez horas al día al principio. Si estás sola con el bebé, pide ayuda a amigos o familiares. Necesitarás apoyo para descansar y recuperarte para poder lidiar con las noches sin dormir y la alimentación a horas irregulares.
Muchas personas querrán venir a visitarte una vez que estés en casa con el bebé; tu suegra ha estado esperando un nieto durante una década y tu padre está listo para enseñarle al pequeño todo lo que sabe. Las visitas pueden ser muy divertidas, pero es prudente evaluar cuánto puedes manejar en este momento. Muchos sienten la obligación de recibir visitantes, aunque en realidad preferirían estar solos con su pequeño. La transición física y emocional después del parto puede despertar sentimientos intensos, y puede ser reconfortante evitar lidiar con toda la familia extensa mientras pasas por esta época transformadora de tu vida. A veces es agradable simplemente estar en tu ‘burbuja de bebé’ tranquilamente; tú, tu pareja y cualquier hermano o hermana. No dudes en expresar si sientes que necesitas un tiempo a solas para asimilar tu nueva rutina. Habla con tu pareja o con otra persona de apoyo sobre cómo te sientes, y deja que esa persona hable por ti si te resulta difícil comunicarte con todos los que preguntan. Y no te preocupes, los miembros de la familia tendrán muchas oportunidades para cuidar y pasar tiempo con tu pequeño una vez que te hayas acomodado.
Es común enfrentar desafíos relacionados con la lactancia en los primeros días de la vida de tu hijo. Si te preocupa que tu bebé no esté recibiendo suficiente leche materna, o si no puedes o no quieres amamantar por cualquier motivo, es importante buscar apoyo e información sobre las opciones disponibles. Puedes comunicarte con centros de salud locales, hospitales, clínicas de lactancia o organizaciones de apoyo relevantes en tu área. Si tienes preguntas o no estás segura de algo, no dudes en ponerte en contacto y preguntar.
Verificado por Elin Melander
Psicólogo licenciado
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