Tristeza posparto
Por fin ha llegado el momento de entrar en esa maravillosa "burbuja del bebé" de la que todo el mundo habla... pero, al mismo tiempo, ¿te sientes ansiosa, irritable o triste? Entonces es muy posible que tengas lo que se conoce como tristeza posparto, "baby blues" melancolía posparto o "llanto de tres días": diferentes denominaciones para un mismo fenómeno.
Tiempo de lectura: 3 m
Verificada por Emma Fransson
psicólogo licenciado
Aproximadamente cuatro de cada cinco mujeres experimentan síntomas de tristeza, ansiedad y malestar general dentro de los cinco primeros días después de dar a luz. Es una sensación como de "lucha contigo misma" y puede resultar extraño experimentar sentimientos negativos cuando se acaba de traer al mundo una nueva vida. Es posible que ese estado se deba a los enormes cambios que el cuerpo está atravesando. Durante el largo periodo del embarazo, los niveles de hormonas (como, por ejemplo, la hormona sexual, el estrógeno y la hornmona del estrés, el cortisol), aumentan en el cuerpo. Después de expulsar la placenta, los niveles de estas hormonas caen en picado y la mayoría de mujeres se ponen tristes, ansiosas o irritables.
La tristeza posparto va desapareciendo por sí misma una vez que el cuerpo se va adaptando al nuevo estado de "no embarazo". El tiempo de recuperación suele oscilar, y va desde unos pocos días hasta un par de semanas. Si dura más, podría tratarse de una depresión real, la llamada "depresión posparto".
Para reducir los síntomas, puede serte útil pensar en otros desafíos físicos por los que hayas pasado; para recuperarte vas a necesitar dormir bien, alimentarte bien, dar largos paseos y ¿por qué no? tomar un masaje, arrebujarte en una mantita caliente y hacer lo que sea necesario para permitir que el cuerpo se vaya recuperando. Algunas mujeres pueden, por ejemplo, no sentirse cómodas al recibir visitas cuando las lágrimas pueden brotar sin previo aviso o la ansiedad ataca con fuerza algunas veces. Si te sientes así, trata de posponer las visitas para conocer al bebé o invita solo a aquellas personas que puedan ayudar un rato con el niño: así puedes aprovechar para hacer algo que te haga sentir bien. ¡Haz lo que necesites para estar bien tú!
Por regla general, tiene que transcurrir algún tiempo hasta que las rutinas con un recién nacido se vuelven una costumbre: ten paciencia y no te olvides de cuidar de ti, incluso en esta nueva situación. Incluso los progenitores que no han dado a luz pueden sentirse ansiosos o deprimidos. En estos casos, son válidos los mismos consejos: no te olvides de cuidar de ti y, si los síntomas no remiten pasadas un par de semanas, puede ser buena idea buscar ayuda.
Verificada por Emma Fransson
psicólogo licenciado
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