Elige el sujetador de lactancia adecuado

Es posible que notes que la forma de tus pechos empieza a cambiar ya durante el embarazo. Eso es debido a que el cuerpo se está preparando para el periodo de lactancia. Por lo tanto, no dudes en elegir un sujetador de lactancia que sea a la vez cómodo y favorecedor y que, además, te proporcione la sujeción adecuada.

Un buen ajuste es importante

Cuando te pruebes el sujetador de lactancia, debes ajustar los tirantes y comprobar que el sujetador te queda perfectamente ajustado. Ten en cuenta que el sujetador se dará de sí en la parte inferior. Estira los brazos, inclínate hacia adelante y haz movimientos diferentes: así comprobarás si el sujetador es cómodo y ofrece la sujeción adecuada. Comprueba que la copa no se arruga nise estira hacia abajo; si eso sucede, la copa es demasiado grande. Si los bordes del sostén se apoyan por encima del pecho (sientes que "cortan" los senos), la copa es demasiado pequeña.

Comprar sujetadores durante el embarazo

Si decides comprar un sujetador de lactancia ya al principio del embarazo, deberás usar primero los cierres más internos y permitir que el sostén vaya "creciendo" al ritmo del pecho y del propio cuerpo. Puedes probar colocando una mano dentro de la copa para comprobar que el sujetador es lo suficientemente flexible y que tienes espacio para los discos de lactancia. Si notas que se te sube por la espalda, elige un sujetador de menor contorno.

Si adquieres el sostén de lactancia al final del embarazo, utiliza los cierres más externos o utiliza un extensor de tira de sujetador. Podrás reducir el contorno más adelante.

Elige un material transpirable

Por razones obvias, un sujetador de lactancia se va a humedecer. En consecuencia, elige un material transpirable para evitar al máximo la humedad. Los materiales que contienen una mezcla de elastano y poliamida suelen funcionar bien. El elastano es una fibra de poliuretano de gran elasticidad y resistente a los productos químicos, el sudor y la leche materna.

Piensa en la funcionalidad

Cuando elijas un modelo, céntrate en la funcionalidad. Tu sujetador de lactancia debe funcionar igual de bien recostada o sentada. Verifica que las copas sean fáciles de aflojar y que puedes abrir el sujetador con una sola mano. Además, asegúrate elegir un sostén que tenga los bordes suaves y los tirantes anchos, que no te opriman ni de dejen marcas en los hombros cuando los pechos se vuelvan más pesados.

Tómate bien las medidas

Puedes medirte tu misma para encontrar el sujetador de lactancia de la talla adecuada. Tómate la medida en la parte más ancha del pecho y mantén recta la cinta métrica. Después mide el contorno del pecho, justo por debajo de los senos. Mantén la cinta métrica recta en todo el contorno: si te resulta complicado, pídele a alguien que te ayude.

El personal de la tienda de lencería también puede ayudarte: son expertos en modelos y tallas de sujetadores. Pruébate el sujetador con calma y asegúrate de que te queda bien y de que sus características son las adecuadas para ti. Durante la lactancia, es importante que el sujetador te resulte fácil de manipular, ya que necesitarás desabrocharlo y abrocharlo muchas veces al día; a menudo con una sola mano, porque con la otra estarás sujetando al bebé.

Noche y día

Durante el día, es bueno que lleves puesto un sujetador de lactancia sin aros ni costuras, pero que aun así te proporcione una buena sujeción. Si quieres dar el pecho fuera del hogar, un sostén que tenga las copas plegables puede ser útil para que puedas dar el pecho en cualquier lugar de forma fácil y discreta.

Por la noche puedes usar un sujetador de lactancia suave y cómodo hecho de material transpirable y con copas que mantengan en su sitio las almohadillas de lactancia.

Cuando hayas encontrado un modelo de día y otro de noche que te queden bien, deberás comprar como mínimo dos unidades de cada: así tendrás siempre a punto un sujetador de lactancia limpio y fresco.