Relaciones durante los años de crianza – diez claves
Los primeros cinco años con un niño pequeño suelen ser desafiantes, una realidad para muchas familias. Esta etapa puede desgastar la relación, lo que puede llevar a la separación o el divorcio en muchos casos. Aquí tienes diez claves que pueden abrir las puertas hacia una mejor relación y ayudar a que la relación se mantenga firme durante los años de crianza.
Tiempo de lectura: 7 m
Verificado por Elin Melander
Psicólogo licenciado
Cuando esperamos un hijo, la mayoría de las personas piensa mucho en el parto y en las cosas que hay que adquirir. Cuando el bebé llega, rápidamente nos damos cuenta de que la vida con un recién nacido es una fase completamente nueva que afecta todos los aspectos de nuestra vida. Los años con niños pequeños, con menos sueño, una vida cotidiana más complicada y un estrés general, también impactan en la relación. Tenemos menos tiempo tanto para nosotros mismos como para nuestra pareja.
Las estadísticas indican que hasta un 30% de los padres de niños pequeños se separan. Esta cifra es alta, especialmente si consideramos que muchas de estas situaciones podrían haberse evitado con una mejor comunicación. Aquí hay algunos consejos que pueden darte a ti y a tu pareja claves para superar los desafíos y hacer que el amor sobreviva a las pruebas.
1. Habla entre ustedes
La nueva vida con un niño pequeño puede resultar inesperadamente difícil de manejar. La primera clave es simplemente hablar sobre lo que sucede, cómo se sienten y cómo les afecta. Hablar es, en cierta medida, una habilidad que requiere práctica en diferentes momentos. Comienza durante el embarazo compartiendo lo que sienten y tal vez lo que les preocupa. Formula expectativas y discute posibles escenarios y cómo podrían manejar futuros conflictos. Hablen sobre cómo ven sus roles como padres, cómo crecieron y cómo eso podría influir en su relación. Crear conciencia común a través de la conversación y elaborar una estrategia juntos puede ser muy enriquecedor para la relación.
2. Establece un sistema para las conversaciones
La segunda clave es seguir hablando regularmente durante la crianza de los niños pequeños. Y no solo sobre lo que es difícil, también resalta los avances y busca el humor en diferentes situaciones. Su relación ha entrado en una nueva fase en la que comparten tanto altibajos, donde los bajos no son peligrosos, sino una parte natural de la vida. Pueden fortalecer su "nosotros" al establecer un sistema para las conversaciones, incluso programar esos momentos. Crea una pequeña burbuja en la que trabajen en su relación y se fortalezcan con cada conversación, incluso si no siempre están de acuerdo. La actitud de ver la conversación como "su cosa" les dará la fuerza para avanzar.
3. Ajusta las expectativas
La tercera clave es ajustar un poco las expectativas y definir lo que es posible esperar y lo que no. De su pareja, de ustedes mismos y de la relación. Cuando estén frustrados, recuérdense que esta etapa no durará para siempre. Traten de disfrutar de los buenos momentos y de tomar lo difícil con una pizca de sal. Con las expectativas adecuadas, será más fácil navegar por la relación.
4. Cuida la relación en las pequeñas cosas
Ninguna relación funciona por sí sola, se necesita mantenimiento, escucha activa y la voluntad de contribuir. La cuarta clave es ver su relación amorosa como algo que necesitan cuidar activamente y alimentar. Durante los años de crianza, habrá menos tiempo para ustedes como pareja, pero eso no tiene que ser negativo. Lo más importante para una relación no es la cena de citas de vez en cuando o el gran gesto cada tres meses. Son las pequeñas cosas cotidianas las que se convierten en joyas que fortalecen su unión. Una sonrisa, hacer una pregunta curiosa, ser generosos y decir "gracias" valen más de lo que piensan. Traten de escuchar las necesidades de su pareja y piensen en qué pequeñas cosas pueden hacer más a menudo en su vida diaria. Si ambos son activos en estas pequeñas acciones, tal vez incluso su relación amorosa mejore respecto a antes de tener hijos.
5. Planifiquen pausas y actividades agradables
Piensen desde temprano en quién de su círculo cercano podría estar dispuesto a cuidar de sus hijos y hablen con ellos, preferiblemente durante el embarazo. Necesitarán recuperarse, no importa lo bien que manejen todo lo anterior. La quinta clave es que, si es posible, traten de crear un poco de tiempo para ustedes fuera de casa de vez en cuando, haciendo cosas agradables y tal vez románticas juntos. Esto los unirá y les dará un merecido descanso del caos que puede haber en casa. Hablen sobre otros temas que no sean el bebé cuando estén juntos de esa manera. Quizás tengan que pensar en los temas de conversación con antelación para no caer en la misma charla de siempre. No importa si ese enfoque no parece muy espontáneo, lo importante es que tengan un respiro donde puedan reconectar con su cercanía.
6. Hagan cosas por su cuenta
La sexta clave es asumir la responsabilidad de su propio bienestar y recargar sus baterías. De esta manera, se convierten en una mejor pareja y tienen más energía. Comuníquense y dense momentos en los que puedan hacer cosas por su cuenta. Hacer ejercicio, ver amigos, visitar un museo o simplemente dormir. Si la rutina es ajustada, pueden pedir ayuda para que alguien cuide a los niños. Cuidarse a sí mismos es una inversión tanto en la crianza como en la relación.
7. Piensen a largo plazo
Establecer metas y soñar con aventuras, viajes, lugares donde vivir o quizás simplemente una cena en un buen restaurante puede ser enriquecedor para la relación. La séptima clave es atreverse a soñar y pensar en lo que quieren hacer juntos en el futuro. Durante los años de crianza, "el futuro" puede significar en una semana o en un mes. Esto puede ser útil en momentos difíciles, saber que están luchando por algo maravilloso que esperan.
8. Involúcrense mutuamente
La octava clave es evitar una distribución desigual de las responsabilidades en el hogar y con los niños. Es fácil que uno de ustedes asuma más responsabilidades y, por lo tanto, se convierta en el "jefe" en casa. Para evitar que esto los aleje, deben asegurarse de invitarse mutuamente a las diferentes tareas y actividades de las que son más responsables. Permitan que la otra persona haga estas tareas a su manera, sin ofrecer consejos e instrucciones no solicitadas. Traten de ser igualmente padres. Esto significa dar espacio al otro y también tomar la iniciativa.
9. Prioricen y planifiquen
La vida con niños pequeños, especialmente si tienen más de uno, implica una logística avanzada para la mayoría. La novena clave es encontrar un sistema de planificación y priorización que les ayude a crear espacio para más que solo rutinas. Una buena planificación minimiza el riesgo de caos y facilita que también puedan divertirse como familia y como pareja. Hagan un chequeo regular para ver cómo se sienten realmente. Recuerden comunicar cómo desean y necesitan que sea su situación; no pueden esperar que otros lean sus pensamientos o interpreten sus necesidades si no dicen nada.
10. Aspiren a un equilibrio y aceptación
La décima y última clave es el famoso equilibrio. Aceptar que la vida en este momento es caótica, estresante, agotadora o como se sientan, es una forma de encontrar calma en medio del caos. Esfuércense un poco más por ser amables el uno con el otro y ayúdense mutuamente en las diversas cargas. El equilibrio durante los años de crianza implica crear conscientemente una distribución funcional entre el tiempo familiar, el tiempo personal y el tiempo de relación. Si comunicamos nuestras necesidades y aceptamos que durante un tiempo se exigirán cosas difíciles de nuestra relación amorosa, será más fácil evitar las trampas que amenazan con debilitar la relación. Escúchense mutuamente y sigan trabajando por el amor. Este cambia con el tiempo y en diferentes situaciones, pero es fuerte cuando le damos la oportunidad de desarrollarse.
Verificado por Elin Melander
Psicólogo licenciado
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